LA TRANSFORMACIÓN DE LAS FAMILIAS EN ESPAÑA
LA ETAPA INICIAL DE TRANSFORMACIÓN FAMILIAR
Menos matrimonios y más tardíos.
El matrimonio era uno de los
hitos clave que marcaba la transición a la edad adulta, pero en las dos últimas
décadas ha perdido gran parte de su centralidad.
Secularización de los matrimonios
1.Creciente formación de parejas
al margen del marco legal del matrimonio
El porcentaje de mujeres en edad
reproductiva que estaban conviviendo con una pareja sin estar casadas era de
10,2% en 2011, más del doble que en 2001 (4,3%).
El peso relativo de la
cohabitación dentro del conjunto de uniones conyugales aumentó del 12% en 2001
al 32% en 2011.
2.Aumento de las parejas de
hecho
Aunque para muchas parejas de
hecho la intención de tener un hijo aumenta la probabilidad de casarse, una
proporción considerable de parejas de hecho deciden tener hijos sin formalizar
su unión (Hiekel y Castro Martín, 2014).
3.Maternidad sin matrimonio
previo
En 2012, los nacimientos de
parejas de hecho representaban el 58% de los nacimientos no matrimoniales y un
23% del total de nacimientos.
Este elevado nivel sugiere que la
cohabitación en España se ha convertido en un contexto socialmente aceptado
para tener y criar hijos.
LA ETAPA DE EXPANSIÓN FAMILIAR:
LOS HIJOS
Con el inicio del siglo XXI, la
fecundidad se recuperó en la mayoría de los países desarrollados (Bongaarts y
Sobotka, 2012) y España no fue una excepción:
El número medio de hijos por
mujer pasó de 1,15 en 1998 a 1,46 en 2008.
La llegada de inmigrantes jóvenes
y con tasas de fecundidad más altas que las de la población nativa (Castro
Martín y Rosero Bixby, 2011)
El aumento de nacimientos de
parejas de hecho entre las generaciones jóvenes.
Esta recuperación, sin embargo,
se truncó con la crisis económica (Sobotka, Skirbekk y Philipov, 2011) y en el
periodo 2008-2013 la tasa de fecundidad en España descendió de nuevo: de 1,46 a
1,27 hijos por mujer.
En resumen
La fecundidad actual en España se
vuelve a situar, al igual que en los años 90, entre las más bajas del mundo.
Las mujeres y hombres en España tienen pocos hijos, a una edad relativamente tardía y su descendencia final está por debajo de sus expectativas y aspiraciones personales.
Rupturas conyugales
Para las mujeres que se casaron
antes de los años 80, el nivel educativo y la actividad laboral estaban
positivamente asociados a la probabilidad de divorcio
Para las generaciones más
jóvenes, sin embargo, las diferencias por nivel educativo ya no son
significativas y el efecto de la actividad laboral se reduce.
Para todas las generaciones, el
hecho de tener hijos reduce la probabilidad de divorcio.
Los datos de la Encuesta de
Fecundidad, Familia y Valores (CIS, 2006) nos indican que la probabilidad de
ruptura es más elevada entre las parejas de hecho que entre las parejas casadas
(Domínguez Folgueras, 2011).
La mayoría de los matrimonios
disueltos en 2012 eran el primer matrimonio para ambos cónyuges (93,8% en el
caso de las mujeres y 92,8% en el caso de los hombres). La duración media de
los matrimonios disueltos era de 15,8 años
9 de cada 10 casos el pago de la
pensión compensatoria fue asignado al esposo
La responsabilidad de la pensión
alimenticia suele recaer en el padre (84,7%), pero con respecto al pasado han
aumentado los casos en los que esta responsabilidad recae en la madre (4,8%) o
en ambos progenitores (10,5%).
Tipos de custodia
La custodia de los hijos fue
otorgada en un 79,5% de casos a la madre, en un 5,3% al padre y en un 14,6% a
ambos progenitores. De esta forma, la presencia de custodia compartida en
España se va equiparando a la de otros países de nuestro entorno, como Holanda
(16%) o Suecia (20%).
La mayoría de la población convive
en familia
Según el Censo de 2011, la
mayoría de la población que reside en España (84,9%) convive en un núcleo
familiar.
Algunos de los factores que
subyacen en comparación con otros países europeos son:
La tardía emancipación de los
jóvenes
La menor frecuencia de adultos
que viven solos o comparten piso con amigos
La menor tasa de
institucionalización de los mayores.
Familia con dos sustentadores
Según el censo de 1991, más de la
mitad de parejas (57,6%) declaraba que únicamente el hombre tenía una ocupación
laboral y solo el 23,2% de las parejas manifestaba que ambos miembros tenían un
trabajo remunerado.
Según el censo de 2011, las
parejas con ambos cónyuges trabajando (43,6%) superan con creces a las parejas
donde solo trabaja el hombre (27,8%).
Como consecuencia de la crisis
económica y el drástico aumento del desempleo, también se produce un incremento
de las parejas en las que únicamente trabaja la mujer y aumenta de forma
alarmante el porcentaje de familias en las que ninguno de los miembros de la
pareja trabaja (16,6%).
Transformación de las bases
económicas de las parejas
Según los datos de la Encuesta
del Empleo del Tiempo 2009-2010, aunque la participación masculina en las
actividades clasificadas como “hogar y familia” ha aumentado en la última
década, sigue habiendo una diferencia considerable en la dedicación al trabajo
no remunerado entre hombres y mujeres.
Cuando se anticipan dificultades
relativas a la conciliación de la vida laboral y familiar, las mujeres se
muestran más dispuestas a hacer ajustes en su situación laboral para adaptarse
a las necesidades derivadas de la maternidad
Los hombres, por el contrario, no
expresan en la misma medida una predisposición a llevar a cabo cambios
laborales y vitales importantes a raíz de su transición a la paternidad.
Familias monoparentales
Las familias biparentales, dentro
o fuera del marco legal del matrimonio, son mayoritarias en España.
Asistimos a un creciente aumento
de las familias monoparentales, donde un único progenitor es responsable de la
crianza y cuidado de sus hijos (Fernández Cordón y Tobío, 1998; Flaquer, Almeda
y Navarro-Varas, 2006; Treviño, 2011).
Varios estudios han documentado
que, en los matrimonios entre personas del mismo sexo, la edad al matrimonio es
más tardía y el grado de homogamia respecto a la edad, el nivel educativo y la
nacionalidad es inferior al de los matrimonios heterosexuales (Cortina y Cabré,
2010).
Distintos tipos de familia en países
europeos
Según datos de la OCDE, el 39% de
las familias monoparentales en España se hallan en riesgo de pobreza –tienen
ingresos inferiores a la mitad de la renta media del país–. Esta tasa de
pobreza dobla a la de las familias biparentales con hijos (18%) (Gráfico 19).
El mayor riesgo de pobreza y exclusión social de las familias monoparentales es
una característica presente en todos los países europeos.
Familias reconstituidas
Definición y problemática
Las familias reconstituidas,
formadas por una pareja con hijos no comunes de una relación anterior, son un
fenómeno emergente cada vez más frecuente en nuestro panorama familiar (Rivas,
2008).
La reconstitución familiar
implica una reconfiguración de los roles maternos y paternos, el
establecimiento de nuevas relaciones de filiación, la ampliación de las redes
de parentesco y una mayor complejidad de las relaciones familiares.
En los casos de nuevas uniones de
separados/divorciados con hijos no hay sustitución, sino coexistencia de la
maternidad/paternidad biológica y social, estableciéndose un complejo mundo de
relaciones en estas “dobles familias”, donde los roles que deben desempeñar
cada uno de sus miembros no están claramente establecidos socialmente.
Los datos
Según datos Health Behaviour in
School-Aged Children (HBSC) 2005/2006, el porcentaje de adolescentes que
convivía en una familia reconstituida en España era del 4%.
La media de la OCDE (9%) y muy
por debajo del de los países nórdicos y Reino Unido, en los que el porcentaje
asciende al 12%.
Familias multiculturales
El relativamente elevado
porcentaje de nacimientos que actualmente tienen lugar en una familia con al
menos uno de los progenitores de origen extranjero implica que la población
española futura será una población más plural culturalmente y con más vínculos
familiares en otros países.
A lo largo de los años, la tipología de familia ha ido cambiando. A día de hoy el porcentaje de familias atípicas ha ido creciendo. Hemos pasado de tener familias con un número de hijos bastante elevado, a familias con un número reducido de hijos y además que pueden ser monoparentales a causa de una defunción o de un divorcio. Además, han proliferado las familias con padres y madres homosexuales y también aquellas que son familias sin matrimonio, lo que viene siendo parejas de hecho.

Comentarios
Publicar un comentario